Brotes

24 de febrero de 2010

¡QUIERO UN NUNCA JAMÁS!

Últimamente tengo la sensación de estar perdiendo algo sin darme cuenta. ¿No os ha pasado alguna vez al salir de casa que notas que se te olvida algo pero no sabes el qué? Pues es algo parecido, no estoy segura de estarlo perdiendo, y tampoco sé exactamente qué es.

Parece que estoy avanzando casi sin querer, -sin darme cuenta, sin prisa pero sin pausa- a lo que parece ser un destino incuestionable para todas las personas de este mundo: el ser adultos.

Cuando me preguntan sobre el tema me refugio en la idea de que no eres adulto hasta que tienes tu casa, tu hipoteca, tu (aburrido) trabajo fijo… porque lo veo tan lejano que me parece imposible llegar a esa situación. Simplemente no me veo, y punto.
Pero igual de lejana e improbable me parecía hace apenas 3 años la vida que llevo ahora mismo.

Mirando hacia atrás me doy cuenta de que todas esas etapas que tanto disfruté son sólo un recuerdo y que no puedo recuperarlas.
Porque no se puede recuperar nunca la sensación de “la primera vez” que haces algo, o que vas a un sitio. La gente tiene infravaloradas las primeras experiencias…

Y a lo que quería llegar con todo este desvarío de mañaneo es precisamente a lo que dice el título. Literalmente. Yo quiero un Nunca Jamás, al que poder ir de vez en cuando a disfrutar de las primeras veces.

¿Qué? ¿Esperabais algo más profundo? ¿Un espectacular analogismo quizás?
Pues lo siento mucho, hoy estoy utópica y sencilla. Y espero que no dejen de ocurrírseme cosas de este estilo por muy adulta que me obligue a ser la vida. La puñetera vida.

1 comentario:

  1. Como ya te dije, seria un autentico coñazo estar por siempre igual, luchando contra el Capitán Garfio en una batalla interminable en la que nadie puede ganar...

    Y no pongo mas por que mi opinión sobre este texto ya te la di en persona jaja.

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