Brotes

2 de diciembre de 2009

Huyendo de la mierda...

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Miles de escritores, poetas, pensadores y filósofos antes que yo (que no quiere decir que me considere una de ellos) han llegado a la conclusión de que no aprecias las cosas en la vida si no te ha costado trabajo conseguirlas. El problema es que a veces idealizamos tanto algo que no podemos conseguir, que cuando logramos nuestro propósito nos desencantamos. Nos damos cuenta de que no era para tanto, de que la tierra prometida no es tan maravillosa como nos la pintaban. De que aquí también hay mierda igual que donde estábamos antes.

Hay que dejar de huir de la mierda y tratar de destruirla. Porque si hay mierda a tu alrededor y en lugar de limpiarla te piras a otra parte, el que llegue detrás de ti huyendo de su propia mierda se va a encontrar con la tuya. Igual que tú te vas a encontrar con la mierda del que estuvo aquí antes que tú.

Y a pesar de todo esto, yo ahora solo tengo ganas de huir.

2 comentarios:

  1. Lo que hay que hacer es eliminar esa idea de que el amor es bonito y el odio es mierda. Hay que entender el odio como el sentimiento de los omniosos, un sentimiento que nos trae la inspiracion y nos enseña la belleza de la destruccion. Solo los que no conozen la tristeza son capazes de vivir felices con el amor como camino, pues una vez la conocen se dan cuenta de vivos que podemos llegar a estar.

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  2. Huir, huir, y escapar.

    ¿Seguro que sólo aprecias lo que consigues con esfuerzo?

    ¿Cuánto te costó tu vida?

    Muac.

    Guapa.

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