Cuando
la comunicación se convierte en incomunicación.
O la
evolución en involución.
Cómo
nos negamos a ver el “in-”, a aceptar que estamos haciendo algo mal, a asumir
la responsabilidad y aceptar la culpabilidad. Nos negamos a ver que no hay
solución, que el problema somos nosotros, antropocéntricos natos y encima
ciegos de miedo.
La
abuela de mi compañero de piso tiene 90 años y se ha dado cuenta. Se da cuenta
de lo mal que van las cosas y de que no las solucionaremos, de que no queremos
solucionarlas, de que nos han educado para pensar en que ya habrá alguien
encargado de arreglar el problema. Se da cuenta y se descojona cuando lee el
periódico o ve las noticias.
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